Autor: Natalia de Blas Corredor. Doble grado en Relaciones Internacionales y Periodismo
RESUMEN
Suecia se convierte en la última incorporación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) diecinueve meses después de solicitar su adhesión, una petición propiciada por el inicio de la guerra de Ucrania. Su entrada había sido bloqueada por Hungría, que finalmente aceptó la unión del país nórdico a la Alianza el pasado 25 de febrero. La membresía de Suecia, junto con la de la ya integrada Finlandia en la OTAN desde el pasado abril, refuerza la Alianza y la dota de mayor potencial militar y estratégico.
ABSTRACT
Sweden becomes the latest addition to the North Atlantic Treaty Organization (NATO) nineteen months after applying for membership, a request prompted by the start of the war in Ukraine. Its entry had been blocked by Hungary, which finally accepted the Nordic country’s joining the Alliance on February 25th. Sweden’s membership, together with that of Finland already integrated into NATO since last April, strengthens the Alliance and endows it with greater military and strategic potential.
La OTAN recibe a su miembro número treinta y dos, Suecia, que pidió su adhesión a la Alianza el 18 de mayo de 2022 junto con Finlandia tras la escalada militar entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, mientras que Finlandia fue aceptada en abril del pasado año, Suecia ha tenido algunos obstáculos para conseguir su adhesión. Con estas incorporaciones, los países nórdicos ponen fin a su tradicional neutralidad, que habían mantenido durante la Guerra Fría como estrategia para garantizar su seguridad e integridad territorial, pero que ahora han cambiado por una protección sólida bajo el paraguas de la OTAN.
La invasión rusa de Ucrania, que tuvo lugar en febrero de 2022, puso en alerta a todo el panorama europeo, extendiendo un ambiente de inseguridad. Esto suscitó en algunos países la voluntad de incorporarse a la OTAN para garantizar su protección frente a una Rusia conflictiva. La OTAN nació en 1949 como una alianza de defensa mutua por parte de países occidentales después de la Segunda Guerra Mundial para hacer frente a la Unión Soviética, con la que existían diferencias en cuanto a intereses e ideología. Los países nórdicos habían mantenido su tradicional neutralidad durante el periodo de la Guerra Fría como símbolo de rechazo a la guerra y para preservar su integridad territorial.
Con la caída del muro de Berlín, la estricta neutralidad se fue distendiendo. Ambos países acercaron posturas con la Europa Occidental e iniciaron el proceso de integración en la Unión Europea, haciéndose efectiva su entrada en 1995. En 1994, tanto Suecia como Finlandia se habían aproximado a la OTAN a través de su ingreso en el programa Partnership for Peace (PfP), que consistía en acercar a países euroatlánticos socios a la OTAN y crear un vínculo bilateral. A partir de este momento, la relación de Finlandia y Suecia con la Alianza Atlántica fue en aumento, incluso con su participación en operaciones militares de la OTAN en Irak, Kosovo y Afganistán, pero sin llegar ser integrantes.
Estos países solicitaron la incorporación a la OTAN como miembros de pleno derecho como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania que se produjo en febrero de 2022, por lo que quedarían bajo el amparo del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, también conocido como Tratado de Washington, que consagra la defensa colectiva. La petición formal de adhesión a la Alianza fue emitida por ambos países el 18 de mayo de ese mismo año. Finlandia, por su parte, fue admitida en abril de 2023.
Sin embargo, Suecia ha tenido más dificultades para entrar en la OTAN, sus diferencias con Turquía y Hungría han obstaculizado su admisión. La reticencia de Turquía se argumenta con la acogida en el país escandinavo de kurdos del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán, en kurdo: Partiya Karkerên Kurdistan), considerados como terroristas por Turquía. El giro de Erdogán hacia el consentimiento turco a la admisión de Suecia en la OTAN fue fruto de un acuerdo por el que Suecia impulsaría la adhesión de Turquía a la Unión Europea y por el que ambos países trabajarían juntos contra el terrorismo. El Parlamento turco votó a favor de la adhesión de Suecia a la OTAN el pasado 23 de enero.
En cuanto a Hungría, su primer ministro, Viktor Orbán, ha estrechado lazos con el presidente ruso Vladimir Putin, pese a la guerra de Ucrania, y es por ello que bloqueó el proceso de integración de Suecia en la OTAN. Suecia comparte frontera marítima en el mar Báltico con Kaliningrado, un enclave de importancia estratégica para Rusia que cuenta con una base naval. El Báltico ha sido conflictivo entre estos países a los largo de la historia y la entrada de Suecia a la Alianza supondría la pérdida de Putin de la capacidad de dominio de la vía marítima, a través de la que se exporta gas ruso. Asimismo, el rechazo de Hungría hacia Suecia radica en las críticas de los suecos al gobierno autoritario de Orbán, al que acusan de retroceder en democracia y violar los derechos de las minorías.
Budapest recibió al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, el pasado 23 de febrero, cuando se emitió la decisión de Hungría de realizar una votación en la Asamblea Nacional para la adhesión de Suecia en la OTAN, además se comunicó la entrega a Hungría de cuatro aviones Gripen de fabricación sueca adicionales a los 14 que ya poseía. El partido de Orbán, Fidesz, contaba con mayoría en el Parlamento húngaro, por lo que su voto fue determinante para, finalmente, aprobar el 25 de febrero por mayoría absoluta la entrada del país nórdico en la Alianza.
La nueva incorporación de la OTAN supone un giro en el panorama europeo y la geopolítica en un momento en el que la guerra de Ucrania cumple dos años y la inseguridad estaba alcanzando cotas altas en Europa por la amenaza real de Rusia. Suecia cuenta con una fuerza militar potentísima y muy sofisticada, además de una desarrollada industria en defensa, lo que aportará a la Alianza armamento y un avanzado ejército con estructuras semejantes a las de la organización militar.
La localización de país nórdico tiene importante valor estratégico, puesto que abarca gran parte del mar Báltico, lo que otorgará a la Alianza dominio en la zona, exceptuando el enclave ruso de Kaliningrado. A esto se suman los más de 1.300 kilómetros de frontera que comparte Finlandia con Rusia y que ahora se encuentran bajo custodia de la OTAN.
El fin de la neutralidad de la Europa nórdica trae consigo implicaciones en la seguridad colectiva continental, que se ve reforzada, contraviniendo los deseos de Putin de evitar una expansión hacia el este de las estructuras de la organización militar. Suecia y Finlandia han aceptado mutualizar la seguridad y ahora formarán parte de la cláusula de defensa colectiva del Tratado de Washington, con lo que Occidente y su seguridad quedarán fortalecidos.
BIBLIOGRAFÍA
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Suecia, la nueva adquisición de la OTAN by Natalia De Blas Corredor is licensed under CC BY-NC-SA 4.0
