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La armonización Fiscal en Europa

Realizado por Guillermo Martín Cinca. Estudiante del Doble Grado de Ciencias Políticas y Economía

Europa sigue avanzando en su proceso de unificación, una vez llevada a cabo la unión arancelaria, comercial, financiera y monetaria, toca hablar sobre fiscalidad. La armonización fiscal cuenta con sus defensores y sus detractores, sin embargo, se torna imprescindible si la UE decide seguir avanzando en su proceso de federalización.

Europe continues to advance in its process of unification. After the implementation of the customs, trade, financial, and monetary union, it is now time to address fiscal policy. Tax harmonization has its supporters and detractors, yet it becomes essential if the EU decides to continue progressing in its process of federalization.

Desde la creación de la primera de las tres organizaciones fundacionales de la Unión Europea, a saber, la CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero), todas las acciones gubernamentales han ido dirigidas a la creación de un espacio común donde los países europeos pudiesen competir libremente. De esta manera, después de la primera comunidad, se siguió avanzando en el campo económico con la CEE (Comunidad Económica Europea) y en el ámbito energético con la EURATOM (Comunidad Europea de la Energía Atómica).

Más tarde, vinieron la unión arancelaria, la comercial, la financiera y la monetaria, todas ellas llevadas a cabo con el objetivo de fortalecer ese espacio común o mercado único en el que comercian los distintos países europeos, en distintos grados de adhesión a la UE y en momentos socio-económicos dispares.

Sin embargo, dentro de los mercados únicos pueden darse distorsiones, las cuales no son otra cosa que una asignación de recursos ineficiente. Una vez que se llevó a cabo la unión monetaria y arancelaria, desaparecieron dos de las principales fuentes de distorsión que pueden darse entre países a la hora de comerciar, la sustitución de las monedas nacionales por una común dentro de un sistema monetario fiduciario redujo enormemente, no solo los costes de transacción entre naciones, sino también el riesgo de ataques especulativos contra las divisas de cada país.

Los aranceles, por su parte, supusieron un gran paso al ser completamente eliminados entre países vecinos e imponer los mismos tributos a las importaciones en todos los países miembros, haciendo que comerciar con unos o con otros fuese igual de costoso en materia arancelaria desde el punto de vista del exportador no europeo, y primando entonces la eficiencia económica interna de cada uno de los países miembros.

Hoy en día se da el debate de la armonización fiscal en la UE, que supone el progresivo acercamiento legislativo en materia fiscal entre los países miembros con el objetivo de eliminar las distorsiones entre ellos que de la fiscalidad puedan derivar. Oficialmente, según la propia UE, dentro de la organización supranacional no hay paraísos fiscales, sin embargo, según Tax Justice, hay hasta cinco miembros que cumplirían con los requisitos internacionales para serlo, a saber, Irlanda, Países Bajos, Malta, Chipre y Luxemburgo entrarían en ese grupo. Estar en una unión monetaria y arancelaria con paraísos fiscales puede generar grandes efectos distorsionadores entre países miembros, pues el movimiento de capitales entre ellos es sumamente sencillo y con fiscalidades distintas puede que no prime la eficiencia económica que primaria en un contexto de armonización fiscal en un mercado único.

Actualmente, la UE cuenta con un modelo de control político similar al de un sistema confederal, en el que las regiones, o en este caso los países, tienen asumidas grandes competencias del Estado (como la fiscal, que es exclusiva de cada país), mientras que el gobierno central queda relegado a una segunda posición en política local. No obstante, la Comisión Europea ha ido aumentando recientemente, y de manera paulatina pero constante, su poder político, en detrimento de otros órganos como el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo, asumiendo competencias que originalmente no le habían sido conferidas. De esta manera, algunos aseguran que la UE se encamina a un proceso de federalización, en el que los países miembros tendrán que delegar más competencias en la Comisión. Proceso similar al que se dio en EEUU entre las distintas regiones, donde además de una unificación aduanera y monetaria, se llevó a cabo una armonización fiscal, lo que allanó el terreno para pasar de un sistema confederal a un modelo federal actual, en el que la autoridad central terminó de asumir las competencias esenciales del país.

Europa podría seguir el mismo camino, con el objetivo de seguir construyendo y reforzando un mercado único, y bajo el principio de subsidiaridad, la Comisión puede asumir competencias extraordinarias y conducir a la unión hacia un progresivo acercamiento legislativo de los países miembros en materia fiscal.

Los detractores de esta política aseguran que gravar con la misma carga fiscal países con sociedades con niveles de riqueza e igualdad económica dispares produciría una gran pérdida en cuanto a competitividad fiscal de Europa respecto del resto del mundo, pues la armonización de los impuestos se haría al alza no a la baja.

Además, los objetivos de sus defensores podrían ser perniciosos, pues los países ricos con altos impuestos podrían buscar sacar del mercado a aquellos países mas pobres con sistemas fiscales menos desarrollados, pero que a su vez no son tan eficientes como los ricos desde el punto de vista económico.

Por el contrario, sus defensores argumentan que es justo la lucha contra la competencia desleal y para mantener un mercado único sano, lo que motivaría la armonización de los impuestos, ya que teniendo que soportar la misma carga tributaria en todos los países, las empresas y los capitales, así como el empleo, fluirían hacia aquellas naciones más eficientes desde el punto de vista empresarial, y no simplemente porque haya una menor carga tributaria.

Se teoriza que la armonización fiscal tendría cuatro patas fundamentales, incluye una reforma del IVA (cuya legislación actual data de 1977), la posibilidad de imponer transacciones financieras, continuar empleando los impuestos como un instrumento de política energética y, por último, establecer una base común para calcular de la misma manera el impuesto de sociedades en todos los países miembros.

Sea como sea, lo cierto es que Europa, en mitad de un mundo cambiante y formando parte del terreno de juego de las grandes potencias geopolíticas, cada vez se ve mas avocada a una unificación en todos los ámbitos, con el objetivo de formar un bloque unido para la defensa de sus intereses y la salvaguarda de sus valores.

Bmooc. (2017, 9 febrero). 4:13 UE La armonización fiscal y la libre competencia [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=CFh2bBdqKrY

El Viejo Continente. (2023, 26 octubre). ¿Hay PARAÍSOS FISCALES dentro de la UNIÓN EUROPEA? [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=xgxdKnVAXMU

Durán Cabré, J. M. (2014). La armonización fiscal en la Unión Europea: evolución y prioridades actuales. Papeles de economía española, (141), 99-111. https://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/69056/1/646766.pdf

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