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Corresponsalía – ¿País de la libertad? Drogas y prostitución en Países Bajos

Marina Martínez Gil. Estudiante de Relaciones Internacionales y Periodismo

Países Bajos es conocido por su libertad y tolerancia. Sus políticas abiertas sobre las drogas y la prostitución son, en gran medida, las grandes responsables de esta fama. Sin embargo, existe demasiado desconocimiento sobre estas regulaciones.

Si hablamos sobre las drogas, lo primero que debemos despejar es la idea de que las ciudades holandesas son espacios para consumir libremente. Las drogas están despenalizadas, pero no legalizadas, lo que supone que el consumo bajo ciertos criterios no es considerado un delito grave.

En Países Bajos, se permite la compra y consumo de las denominadas “drogas blandas” en los establecimientos habilitados. Estos son los coffeeshops, locales similares a bares o restaurantes en los que se pueden comprar y consumir cannabis (hachís o marihuana). No obstante, estos centros están sujetos a una estricta reglamentación: No se permite la venta de cannabis a menores de edad, ni tampoco se pueden proveer drogas duras, como la heroína o la cocaína. No pueden promocionar sus productos, así como la cantidad máxima permitida de venta son 5 gramos de cannabis por persona al día. Además, los coffeeshops no puede disponer de un stock mayor de 500 gramos y, en la mayoría, no se sirve alcohol. Por último, deben garantizar que sus clientes no causen ninguna molestia ni alteración del orden público.

De hecho, en muchas ciudades tan solo se permite la entrada a estos locales a los residentes holandeses.  Por ejemplo, en mi destino de Erasmus, Maastricht, es obligatorio enseñar tu documento nacional o, al menos, tu tarjeta de estudiante para acreditar que eres residente. En caso contrario, no puedes acceder a los diversos coffeeshops que hay en la ciudad.

Si bien es necesario decir que, en lugares más turísticos como Ámsterdam, esta legislación es más laxa, ya que la entrada a los coffeeshops es un gran atractivo turístico.

El consumo de drogas en las calles está prohibido en la legislación del país, aunque la policía no suele perseguir demasiado este delito, siempre que no se causen disturbios. Es por todo esto que se puede decir que en Países Bajos existe gran permisividad sobre las drogas, pero no libertad absoluta, como se cree fuera de sus fronteras.

La postura holandesa hacia las drogas tiene una explicación pragmática. Han comprendido que es un problema imposible de erradicar, pues es un negocio ilegal demasiado poderoso. Por eso, consideran que es mejor intentar controlar y reducir sus daños, en vez de continuar con leyes meramente punitivas, como en muchos otros países. Asimismo, el país cuenta con planes de ayuda y tratamiento para las personas adictas a las drogas, así como para reducir los posibles daños ocasionados por estas sustancias.

Esta política basada en la idea de que es preferible permitir un consumo controlado que su prohibición total ha dado grandes resultados en Países Bajos. El consumo de cannabis no ha aumentado con respecto a los países de su entorno y, además, es favorable a la economía holandesa, pues los coffeeshops deben pagan impuestos elevados.

En esta misma línea de tolerancia se encuentra el asunto de la prostitución. En Países Bajos, la prostitución en burdeles está legalizada desde el año 2000.

Todos hemos oído hablar de famoso Barrio Rojo de Ámsterdam, sus numerosos burdeles y las prostitutas en escaparates. A día de hoy, este es uno de los principales atractivos de la ciudad y del país, y aunque nos sorprenda o, incluso, nos escandalice, todo lo que ocurre allí es legal.

Las agencias de scorts, los clubes, los cines X, los bares de intercambio de parejas y la prostitución en casas particulares están legalizadas en la mayoría de las ciudades neerlandesas. La prostitución en escaparates tan solo es legal en trece ciudades.

La regulación de la prostitución se basa en un sistema de licencias que conceden las autoridades municipales y todas las prostitutas deben contar con un seguro sanitario privado y pagar ciertos impuestos, como el resto de trabajadores holandeses.

Si bien es cierto que las trabajadoras de este negocio han manifestado sentirse bien atendidas por las administraciones públicas, muchas reconocen sentir angustia y estrés en su trabajo y lo han calificado como “emocionalmente difícil”. A pesar de que la prostitución está legalizada, sigue existiendo estigmatización en la sociedad hacia las prostitutas.

El objetivo de la legalización es mantener más controlada esta actividad, para mejorar las condiciones de seguridad y salubridad de las prostitutas y evitar su explotación. Al mismo tiempo que se legalizó la prostitución, se crearon leyes contra el abuso sexual y para la protección de los menores de edad.

Esta legislación se enmarca en la misma postura que la permisión de las drogas; ya que este negocio no es posible erradicarlo, es preferible establecer una serie de normas para asegurar a sus trabajadoras y regular su gestión. No obstante, no está obteniendo tan grandes éxitos como los coffeeshops, pues la prostitución ilegal sigue operando en el país, aunque en menor medida.

Aun así, los incentivos a la economía holandesa son altamente beneficiosos. Según datos de Eurostat, la prostitución al margen de la ley en Países Bajos produce unos de 540 millones de euros al año, mientras que la legalizada aporta más de 2.500 millones de euros anuales al Producto Interior Bruto holandés. Este negocio supone el 0,4% del PIB del país que, junto con la venta legal de drogas, son los principales motores de la economía neerlandesa. Ambos negocios superan a la industria quesera.

Por tanto, la tolerancia de las drogas y la prostitución en Países Bajos esconde mucho más que una sociedad con la mentalidad abierta y un atractivo para el turismo. Tanto una estrategia económica, como planes de control y reducción de riesgos o la mejora en las condiciones de los usuarios de estos negocios. Son numerosos los ámbitos a los que afectan estas políticas y, como se ha demostrado, de forma positiva en muchos de ellos.

Quizás, los países de su entorno deberían apartar los prejuicios existentes y comenzar a adoptar posturas similares a los holandeses. Pues no son tan insensatos como se piensa.

Cannabis en los Países Bajos: Leyes, Uso, y Historia. (2021, 11 marzo). Sensi Seeds. https://sensiseeds.com/es/blog/paises/cannabis-en-los-paises-bajos-leyes-uso-historia/

Holanda, E. (2024, 21 mayo). Drogas en Holanda – Países Bajos | ExploraHolanda.com. ExploraHolanda.com. https://exploraholanda.com/drogas-holanda/

Jiménez, D. (2015, 31 mayo). Prostitución legal: el modelo holandés. ElDiario.es. https://www.eldiario.es/canariasahora/premium-en-abierto/prostitucion-legal-modelo-holandes_1_2648094.html

Portal Plan Nacional sobre Drogas – Cannabis aspectos regulatorios países regulados Países Bajos Holanda. (s. f.). https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/cannabis/PaisesRegulados/PaisesBajos/home.htm

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