ORGANIZACIÓN PARA EL FOMENTO DE LOS ESTUDIOS INTERNACIONALES

Visita a Bouaké: ciudad de tránsito de la migración interna e internacional

Luis de Lope Pérez. Costa de Marfil. 2023

Bouaké es la segunda ciudad más poblada de Costa de Marfil con una población de unas 724 mil personas. Se sitúa en la región de Gbêkê sumando un total de 1.352.900 habitantes1. La región está habitada mayoritariamente por la que fue la etnia dominante en Costa de Marfil desde su independencia, los baoulés, aunque históricamente ha sido un destino de migración interna y externa, por parte de las regiones septentrionales de Costa de Marfil y los países del entorno de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) respectivamente. Esta migración se concentró en la ciudad de Bouaké, donde se encuentran diferentes grupos étnicos del norte de Costa de Marfil y de la población de otros países de la CEDEAO, particularmente de Mali, Burkina Faso y Níger, mientras que las zonas rurales del entorno siguen siendo mayoritariamente baoulés. Aunque no disponemos de censos que nos proporcionen información precisa sobre la nacionalidad de los habitantes de esta ciudad, podemos realizar una estimación basada en las percepciones de los residentes y los comentarios del historiador Akueson Nandouhard. Según estas fuentes, se estima que al menos el 50% de la población total de Bouaké no es originaria de esta ciudad.

Ilustración 1: Familia de tejedores. Gorobo (región de Gbêkê). Fotografía de Luis de Lope

Ante la falta de datos fehacientes para explicar con rigor científico lo que acontece en Costa de Marfil, resulta imprescindible pisar terreno, escuchar, agudizar los sentidos y abrirse a las sensaciones. Lo cierto es que la llegada a Bouaké como mi primer viaje fuera del «Grand Abidjan» me impactó por el cambio advertido respecto a lo ya conocido. En la alborotada estación de la compañía de buses, «Union des transports de Bouaké» (UTB) se concentraba un calor mucho más seco que el húmedo Abiyán, alimentado y acompañado por el humo y ruido aturdidor de las motos de pegatina Z. Más adelante, en la continuación de mi viaje hacia Korhogo me daré cuenta de que este medio de transporte se convertirá en regla en el norte del país.

Ilustración 2: Autobús de la compañía UTB. Fotografía de Luis de Lope

Bouaké es una ciudad visiblemente más pobre que Abiyán y no existen los grandes edificios con oficinas del gobierno, residencias de embajadas e instituciones internacionales, pero llaman la atención sus notables infraestructuras: la gran superficie del nuevo mercado mayorista de Bouaké en construcción, una ancha carretera que atraviesa la ciudad, el recién construido estadio para la Copa Africana de Naciones y un extenso campus de la Universidad que lleva el nombre del presidente actual, Alassane Ouattara, situada al lado del agradable foyer jeune de la comunidad cristiana viatoriana donde me alojé.

Ilustración 3: Bouaké desde un taxi. Fotografía Luis de Lope
Ilustración 4: Stade de la paix de Bouaké. Fuente: @bidj@n.net

Bouaké es una ciudad interesante para estudiar desde el punto de la vista de las migraciones y para comprender mejor la historia de Costa de Marfil. Esta ciudad ha conocido un periodo de crecimiento económico y poblacional desde tiempos coloniales y especialmente durante los prósperos años de Costa de Marfil después de su independencia, gracias al desarrollo de la industria textil y de procesamiento de algodón, tabaco, sisal y arroz y su posición de hub comercial interior de Costa de Marfil y África Occidental favorecido por el paso del tren de mercancías que recorre 1150 km desde Níger hasta Abiyán. Incluso hasta el final de la época de comercio de esclavos en África, Bouaké asumía el papel de «centro comercial y de tránsito» participando en la migración esclavista, ya que existía un centro llamado dar es-salam (casa de la paz en árabe) donde la población esclava proveniente del norte era «almacenada» a la espera de que se cerrasen los tratos de adquisición de esclavos en la costa atlántica2.

Ilustración 5: Vía de ferrocarril Níger – Abiyán. Fotografía de Luis de Lope.

En relación con la evolución poblacional, durante la primera cinquena de la independencia (1965) la población se estimaba en unos 85.000. Tan solo 10 años después, el número de habitantes se dobló (174.000 habitantes) para llegar en 1988 a 323.000 personas debido a la alta natalidad y muy notablemente a la llegada de inmigración extranjera de los países vecinos (Guinea-Conakry, Mali, Burkina Faso, Níger y Senegal) (Kouacou & Rhodrigue, 2020). Hasta la actualidad la población ha seguido creciendo, aunque con una ralentización en la década de los 2000 debido a la inseguridad durante la crisis político-militar que comenzó en 2002. Durante este periodo Bouaké se convirtió en la capital de las fuerzas rebeldes, fuera del control estatal y sin vínculos económicos con el territorio del sur, controlado por las fuerzas gubernamentales fieles a Laurent Gbagbo. Se produjo la salida de centenas de occidentales, emigración de una parte de la población local y el cierre de muchos centros de producción y comercio, así como la llegada de forma irregular de población procedente de los países del norte (Burkina Faso y Mali), dada la inexistencia de facto de las porosas fronteras del norte.


Desde el desenlace de la guerra civil con el triunfo de los rebeldes que auparon al poder al actual presidente, Alassane Ouattara, Bouaké se ha convertido progresivamente en una ciudad de tránsito, recuperando sus relevantes infraestructuras y su posición privilegiada como centro neurálgico en Costa de Marfil y en África Occidental. La ciudad se sitúa en una intersección de vías de comunicación tanto nacionales, por la convergencia de las rutas que unen los núcleos urbanos Abiyán– Bouaké y Daloa- Bouaké, como internacionales, a través de las rutas que unen Costa de Marfil con Ouagadougou (Burkina Faso), Bamako (Mali) y Guinea. Además, aloja uno de los principales mercados mayoristas de África Occidental, donde se transporta, intercambian, almacenan y distribuyen todos los productos provenientes del norte para su consumo y exportación al resto del mundo a través del puerto de Abiyán.


Esta situación ha convertido a Bouaké en la ciudad de tránsito más relevante de las rutas migratorias por vía terrestre en Costa de Marfil para tanto los migrantes marfileños como otros migrantes procedentes de África Subsahariana. A nivel nacional, a partir de Bouaké se organizan los convoyes de la migración interna económica hacia la región forestal y del cacao (oeste), región del oro (este) y a la capital económica (sur). Si bien es cierto que Abiyán actúa como principal punto de partida de la migración io nternacional debido a su posición como centreconómico marfileño y regional —lo que facilita la realización de actividades económicas por parte de los migrantes para financiar el costoso viaje — la mayoría de los migrantes transitan previamente por Bouaké. Según un estudio sobre el perfil de los migrantes marfileños de la OIM, el medio de transporte más utilizado por los migrantes a la salida de Costa de Marfil es el autobús (68%)3, sobre todo por parte de los hombres (76%). No es casualidad que la compañía de transportes de personas en autobús más importante de Costa de Marfil lleve el nombre de la ciudad (UTB). Desde Bouaké se pueden tomar fácilmente rutas en autobús hacia distintos destinos por los que circulan los flujos migratorios dentro de la zona de libre circulación de personas de la CEDEAO que no son alcanzables desde Abiyán.

Ilustración 6: Flux internes des migrations clandestines. Fuente: Cartographie des flux de migrants clandestins émis par la Côte d’Ivoire (Kouacou & Rhodrigue, 2020)
Ilustración 7: Modo de transporte a la salida de Costa de Marfil por sexo. Fuente: Rapport de profilages des migrants ivoiriens 2017-2020 (OIM)

En definitiva, la historia económica y política, evolución demográfica, posición geográfica y su mercado mayorista han acompañado la evolución del papel de Bouaké como: ciudad receptora de migrantes desde la independencia en 1960 hasta la crisis político-militar en 2002, emisora de migrantes durante la guerra civil hasta 2011, y de tránsito hasta nuestros días.

Ilustración 8: Carretera en las inmediaciones de la ciudad de Bouaké. La sabana del interior de Costa de Marfil. Fotografía de Luis de Lope.

En mi visita a esta ciudad acompaño al equipo de la ONG Réseau ouest Africain de Lutte contre l’Immigration Clandestine (Realic)4 en uno de sus proyectos de sensibilización sobre los peligros y realidades de la migración irregular y la promoción de alternativas locales a la migración económica. Por su relevante posición frente a los flujos migratorios, la presidenta de la ONG y experta en migraciones, Florentine Djiro, organiza una actividad en la Universidad de Bouaké orientada a los jóvenes líderes de asociaciones estudiantiles, culturales y económicas comprometidos por la lucha contra la migración irregular en Costa de Marfil.


En esta actividad los jóvenes expresaron las causas principales de la migración. La mala gobernanza, la educación deficiente, el «rasgo cultural de la migración» y la desinformación son motivos a los que aluden energéticamente estos jóvenes.


La corrupción sistemática dificulta el acceso a los empleos públicos por la necesidad de realizar pagos para obtener determinados puestos. Además, las trabas y lentitud de los procesos para encontrar trabajo en el país pueden impulsar la vía de la migración irregular. Por otro lado, la educación precaria imposibilita el ascenso social debido a la baja calidad de los docentes, programas formativos no adaptados a las necesidades actuales y falta de medios económicos para llegar a determinados niveles de educación motivada por la desigualdad de recursos. Asimismo, existe una desvaloración de los recursos humanos, ya que se asume en la sociedad que el titulado en Europa está mejor formado. Se menciona un «sentimiento de inferioridad» de la mentalidad marfileña alimentado por el hecho de que las personas influyentes envían a sus hijos a estudiar a Europa y acuden a otros países cuando, por ejemplo, tienen un problema de salud.

En la educación familiar y sociedad aparece el «rasgo cultural de la migración». Existe en muchas familias el deseo de que los hijos triunfen partiendo a Europa, «el orgullo de tener un hijo en el extranjero». La desinformación respecto a las condiciones de vida en Europa vista como «Eldorado», motivan la decisión final de dejar todo para conseguir una vida mejor a nivel personal y familiar (a través del envío de remesas).


Expresadas estas causas, se abre un debate-coloquio entre los jóvenes sobre cuál es su compromiso cívico como líderes de la juventud, chicos del barrio y compañeros para la lucha contra la inmigración irregular. Los participantes aluden a la responsabilidad compartida de todos los actores de la sociedad marfileña y proponen la realización de actividades de sensibilización frente a la desinformación a través de acciones como: campañas de información sobre la experiencia migratoria y la realidad en Europa, concienciación acerca del uso de redes sociales para que ciertos perfiles no fomenten la migración irregular y compartir información disponible sobre la posibilidad de migrar de forma regular a sus compañeros.


También proponen que, a través de las organizaciones de juventud, se realice un trabajo de difusión de oportunidades locales y formación en emprendimiento, así como actuar como lobby para la facilitación de los procesos y reducción de exigencias para otorgar financiación a iniciativas de negocio e impulsar la conversión del sector informal, para que las malas condiciones propias de esta situación dejen de favorecer la inmigración irregular. Por otro lado, se alude a la mayor apreciación y promoción de los valores de ellos mismos, poniendo en valor la cultura ancestral de sus pueblos, muy diferente a Europa y la formación profesional y universitaria marfileña a través de campañas.

Ilustración 9: Jóvenes en debate – coloquio en la Universidad Alassane Ouattara. Fuente: Realic


La migración es un fenómeno intrínseco en el ser humano y el desarrollo de las sociedades. La mayoría de las migraciones en el continente son intrafricanas, frente a la creencia errada de que la población intenta trasladarse a otras regiones. Costa de Marfil es un país donde la migración es un tema muy presente ya que — variando la categoría según el periodo histórico en el que nos encontremos —ha sido y es un territorio de destino, tránsito y emisión de migrantes. De hecho, etnias predominantes como la baoulé procedían de los territorios de la hoy conocida como Ghana. Por otro lado, a nivel demográfico, el porcentaje de extranjeros en Costa de Marfil llegó a ser del 33% en 1975 siguiendo una tendencia a la baja en términos relativos – que no absolutos – hasta el 22% de la población total en 20215.

Los jóvenes de Bouaké no ven a la migración en sí como algo negativo, pero sí a la lacra de la migración irregular fruto de la desesperación, desinformación y falta de oportunidades. Los esfuerzos institucionales se centran en actividades de sensibilización sobre los peligros de tomar las vías irregulares, pero parece que no es suficiente. Según los estudiantes, no existe un modelo de educación y desarrollo propio, por los que las estructuras no se adaptan adecuadamente a las necesidades sociedad marfileña. «La África Negra ya no tiene la necesidad del “hombre blanco” y tiene que ser consciente de sus riquezas» «No creemos en la fraternidad porque no hay una África unida, sino un Mediterráneo convertido en cementerio» «Eldorado está aquí» concluyó la presentación artística del evento.

Visita a Bouaké: ciudad de tránsito de la migración interna e internacional by Luis de Lope Pérez is licensed under CC BY-NC-SA 4.0

  1. Recensement General de la Population et de l ́habitat 2021 ↩︎
  2. Comentario del profesor de historia Akueson Nandhouhard ↩︎
  3. Informe sobre el perfil de los migrantes marfileños 2017-2020 (OIM) ↩︎
  4. Red de África Occidental para la Lucha contra la Inmigración Irregular. ↩︎
  5. https://www.gouv.ci/_actualite-article.php?d=1&recordID=13769&p=8 ↩︎

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