En este episodio podrás conocer más sobre la nueva carrera espacial. ¿Quién está participando? ¿Hay nuevos actores? ¿Cuáles son sus objetivos?
Este artículo va ligado al episodio del podcast «LA CHINCHETA» nuestro nuevo podcast de actualidad. Cada domingo se traerán temas de interés internacional en píldoras de 5 minutos. Les traemos uno más «La nueva carrera espacial», realizado por Paula Martínez, Carlota Sempere y Marina Martínez.
La carrera espacial fue un hecho muy conocido que se desarrolló durante la Guerra Fría. Las dos potencias enfrentadas, Estados Unidos y la Unión Soviética desarrollaron sus respectivos programas espaciales, entrando en una competición por alcanzar el espacio, en primer lugar, y después la Luna antes de que lo consiguiese su contrario. En 1957, la URSS logró llegar primero al espacio, con la misión Sputnik 1, el primer satélite de fabricación humana en orbitar La Tierra. Los soviéticos también consiguieron llevar al primer ser vivo al espacio, una perra llamada Laika, a bordo del Sputnik 2. Aunque el can nunca regresó, ya que falleció por falta de oxígeno. Un año después, en 1958, la NASA, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, es decir, la Agencia Espacial de Estados Unidos, ganó ventaja a la URSS. Logró grandes hitos para los americanos con el envío de diversas misiones al espacio. Esta competencia entre las dos superpotencias se alargó durante las siguientes décadas, hasta que Estados Unidos se hizo con la victoria final, consiguiendo que el hombre llegara a la Luna en 1969. Los astronautas estadounidenses Neil Armstrong y Buzz Aldrin fueron las primeras personas en poner un pie en la superficie lunar en la misión Apolo 11.
Tras el fin de la Guerra Fría en 1991, la competencia por el espacio perdió interés y el desarrollo de programas espaciales pareció caer en el olvido. Sin embargo, en la última década, se ha vivido un resurgimiento de la carrera espacial, en el que se han mantenido los competidores tradicionales y han emergido nuevos actores. Tanto Rusia, heredera de la Unión Soviética, como Estados Unidos, se han mantenido en la lucha por liderar este sector, pero han surgido nuevos interesados, como India o China.
La Federación Rusa ha ido perdiendo importancia porque se ha enfrentado a problemas económicos que le han obligado a reducir los recursos que destinaba. No obstante, sigue manteniendo proyectos espaciales para enviar agentes al espacio y cumplir varias misiones programadas para el curso de los siguientes años. El presidente ruso, Vladimir Putin, para acallar los rumores sobre su declive, pretendía enviar una nave espacial rusa, la sonda Luna-25, a la Luna, 47 años después del último intento proyecto espacial ruso. Pero los planes de Putin fracasaron y la sonda Luna-25 se estrelló contra la superficie lunar.
Otro de los grandes competidores es China. Entre sus mayores logros, ha conseguido el alunizaje en la cara oculta de la Luna. Aunque existe gran desconocimiento sobre su programa espacial, ya que Xi Jinping está intentando mantenerlo en secreto. Por su parte, India está avanzando en esta carrera espacial, posicionándose en un puesto privilegiado. India se ha convertido en el primer Estado en aterrizar una nave no tripulada sobre el polo sur de la Luna. Asimismo, es necesario mencionar los programas espaciales de otros países como Francia, Reino Unido o Japón, aunque ninguno ha llegado a competir hasta ahora con las potencias previamente mencionadas.
Igualmente, no es posible hacerle la competencia a Estados Unidos, que se mantiene en el pódium de la carrera espacial. La NASA tiene varios proyectos en curso, pero se están viendo retrasados por diversos inconvenientes. Los planes estadounidenses cuentan, además, con el apoyo de otras agencias espaciales, como la ESA, la Agencia Espacial Europea, y con el sector privado, que está ganando mucha importancia en este terreno. Las principales empresas privadas que están desarrollando proyectos en el espacio están a cargo de empresarios multimillonarios como Elon Musk, Richard Branson o Jeff Bezos. Los dirigentes de SpaceX, Virgin Galactic y Blue Origin, respectivamente, se han consolidado como actores fundamentales en la carrera espacial. Por una parte, cooperar con proyectos a cargo de la NASA, pero, por otra parte, llevan a cabo actuaciones propias.
Las razones del aumento del interés por volver al espacio versan sobre una pluralidad de cuestiones. Uno de los principales objetivos de los Estados es ampliar su poder geopolítico, aunque esta visión difiere según los países. Por ejemplo, Estados Unidos concibe el espacio como un instrumento de dominación y Europa, por el contrario, lo percibe como una oportunidad económica y científica.
Otro de los grandes intereses que tienen las empresas, públicas y privadas, es explotar los recursos que se encuentran en el espacio, como las partículas de agua que se han descubierto recientemente en el polo sur de la Luna. Es un hecho conocido el agua de La Tierra es limitada y llegará el momento en el que no sea suficiente para las necesidades de toda la población. Por ello, se aprecia este descubrimiento como una posible solución. Diversos investigadores han propuesto la posibilidad de utilizar estas partículas lunares de agua para fabricar el combustible usado por las naves espaciales.
Y otra de las alternativas que ofrece la vuelta al espacio es la explotación del turismo espacial. Algunas empresas privadas aspiran a crear un negocio para que se puedan llevar a cabo viajes al espacio por ocio. Hasta ahora, estas expediciones tan solo están al alcance de personas con una fortuna millonarias, aunque es posible que en el futuro sean más asequibles.
No obstante, aún existen muchos retos a los que deben hacer frente los principales actores de la carrera espacial. Uno de los más determinantes es el gran coste que conllevan operaciones en el espacio, ya que el desarrollo de un programa espacial implica una inversión millonaria. Por ello, con el objetivo de reducir los costes, el sector público está colaborando con empresas privadas. Y, también por este motivo, se generan grandes desigualdades entre Estados, ya que no todos los países pueden permitirse desarrollar un programa espacial.
Otro gran reto es la falta de regulación de estas actividades. Sin la existencia de un marco jurídico, las empresas privadas podrían aprovechar el vacío legal para conseguir sus propios intereses. Es debido recordar que el espacio es patrimonio de la humanidad y que los particulares no pueden utilizarlo para su beneficio. En las actividades que se desarrollen en este medio debe primar el interés común. De la misma manera, se debe recordar el impacto medioambiental de la industria espacial, por lo que sus consecuencias pueden ser nocivas para la humanidad.
REFERENCIAS
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Leija, L. (2023, 24 agosto). Nueva carrera espacial, una competencia por conquistar el espacio. National Geographic En Español. https://www.ngenespanol.com/el-espacio/la-nueva-carrera-espacial-una-competencia-internacional-por-conquistar-el-espacio/
María, F. (2023, 29 agosto). La actual carrera espacial, quienes participan. okdiario.com. https://okdiario.com/ciencia/actual-carrera-espacial-quienes-participan-11469203
Prego, C. (2023, 30 septiembre). La carrera espacial entre Estados Unidos y China es, ante todo, una carrera por ver quién se gasta más. . . Xataka. https://www.xataka.com/espacio/carrera-espacial-estados-unidos-china-todo-carrera-ver-quien-se-gasta-dinero
Rodríguez, H. (2023, 3 enero). La Carrera Espacial paso a paso. www.nationalgeographic.com.es. https://www.nationalgeographic.com.es/llegada-del-hombre-a-la-luna/carrera-espacial-paso-a-paso_14369