ORGANIZACIÓN PARA EL FOMENTO DE LOS ESTUDIOS INTERNACIONALES

De la secesión de Transnistria a la crisis moldava. Entre Rusia y la UE

Autor: Luis de Lope Pérez. Estudiante de Relaciones Internacionales y Economía

RESUMEN

Transnistria o la República Moldava de Pridnestrovie es un Estado de facto sin reconocimiento internacional ubicado en la República de Moldavia que sobrevive gracias al apoyo económico y militar de Rusia. Este último es partidario de su independencia y posterior anexión a Rusia mientras que Moldavia refleja un acercamiento tanto político como económico a los países europeos. No en vano, Moscú apoya a este particular Estado por sus intereses geoestratégicos en el espacio postsoviético para evitar una expansión hacia el Este de la Unión Europea. En este artículo se analiza y valora la realidad de Transnistria y la opinión pública en Moldavia a través de fuentes como el libro «Conflictos postsoviéticos: de la secesión de Transnistria a la desmembración de Ucrania» (Martín, R. G.) y diversas encuestas oficiales.

ABSTRACT

Transnistry or the Pridnestrovian Moldavian Republic is a de facto state that has close to no international recognition situated in the Moldavian Republic that is able to survive thanks to the economic and military support from Russia. While the Russian state supported the independence of Transnistry and its posterior annexation to Russia, Moldova has focused on its political and economic approximation to the European countries. Geoestrategic interests are involved in Moscow’s decision to support this state since it wants to avoid an expansion towards the East of the European Union. In this article the reality of Transnistry and the public opinion about the Moldovan situation will be analyzed through different sources such as the book «Conflictos postsoviéticos: de la secesión de Transnistria a la desmembración de Ucrania» (Martín, R. G) and various official opinion polls.

Transnistria. Fuente: Wikimedia commons

Transnistria también conocida como República Moldava de Pridnestrovie es un Estado “de facto” con apenas reconocimiento internacional (solamente reconocido por Abjasia, Osetia del Sur y Artsaj) cuyo territorio comprende una franja de tierra situada en el margen izquierdo del río Dniéster y la fontera oriental de Moldavia con Ucrania. Este Estado se separó de la recién independizada República de Moldavia (anteriormente República Socialista Soviética de Moldavia) tras la guerra civil de Transnistria de 1992 en la que el XIV Ejército Soviético intervino decisivamente apoyando a los secesionistas.

Los motivos de la separación no se debieron tanto a una cuestión étnica, ya que, según un censo soviético de 1989, solo el 25% de la población era rusa frente al 28% ucraniana y el 40% moldava (Roper, 2018), sino por vinculaciones históricas del territorio con Moscú frente a la cercanía del Este del Dniéster (Besarabia) a Rumanía y el consiguiente miedo a una “rumanización” de la república que alentó a la élite de origen ruso a pugnar por su independencia. “También era significativo el hecho de que la práctica totalidad de los negocios moldavos en la zona, sobre todo los derivados de la industria, estuvieran dirigidos desde Moscú” (Martín, 2015). Cabe destacar que en Transnistria se encuentra la mayor parte de la industria pesada de Moldavia, país con una economía en la que el sector primario sigue ocupando un peso importante, procediendo el 17,7% del PIB de la agricultura (CIA, 2021).

La República de Pridnestrovie se convirtió así en un régimen autoritario, dependiente económica y militarmente de Rusia, con un gobierno efectivo que recae en la figura del presidente, aunque a partir del relevo en la presidencia en 2011 podemos empezar a hablar de un Estado híbrido pero sin las garantías necesarias para considerarlo una democracia liberal ya que, entre otras cuestiones, no se cumple con ciertos DDHH.

La élite transnistria ha gobernado cultivando una atmósfera de permanente Estado de sitio centrándose en la creación de una identidad nacional forjada en estrecha relación con la idea de la “Gran Rusia”. En 2006 se celebró un referéndum en el que el 97,2% de los votantes se decantó por la opción favorable a la independencia y una posible futura integración con Rusia. A pesar de no estar avalado por ninguna organización internacional, este supuesto apoyo abrumador a la independencia y anexión a Rusia ha sido utilizado por las autoridades pro-rusas en las negociaciones para reclamar como mínimo un federalismo asimétrico en el que Transnistria tendría fuerza suficiente en el parlamento central como para vetar cualquier decisión; por ejemplo la entrada a la Unión Europea. Esta sería la única opción por la que podríamos considerar una retirada de las tropas rusas de la zona. (Jiménez, 2018)

Jassy-Kishinev Offensive anniversary. Fuente: Mil.ru

Tanto la seguridad como la economía dependen claramente de Rusia: a pesar de los distintos acuerdos bilaterales producidos en el seno de las negociaciones, Rusia nunca ha retirado la totalidad de sus tropas de Transnistria lo que se considera una violación de la soberanía de Moldavia (Wolff, 2012). Respecto a la economía, la república de Pridnestrovie ha evolucionado de una economía planificada a una economía de mercado. (Jiménez, 2018) La élite empresarial del grupo Sheriff, que tiene el monopolio en las muchas áreas de la actividad económica está claramente interesada en mantener el statu quo para favorecer sus intereses empresariales. Transnistria posee un déficit estructural de alrededor de un 70% que es compensado gracias a subsidios, suplementos en pensiones, “ayuda humanitaria” y gas ofrecido en términos a favorables por parte de Rusia.

Una vez explicada la situación en este particular Estado y su contexto nos preguntamos ¿qué intereses defiende cada parte? ¿cuál sería la implicación de la crisis en Moldavia en el conflicto? Las negociaciones entre Rusia, Ucrania y la OSCE como mediadores y con la presencia de Estados Unidos y la Unión Europea como observadores,(formato 5+2) han tenido efectos de acercamiento muy limitados. Las partes han tendido a mantener el statu quo por la imposibilidad de llegar a acuerdos definitivos:

  •  Moldavia no acepta la presencia militar rusa, considerándola una injerencia. Tampoco acepta que Transnistria tenga un estatus que le permita disfrutar de un poder de veto efectivo. Además, cuestiones como la derogación de leyes que dificultan dar un estatus especial a Transnistria necesitan un amplio consenso;
  • Transnistria tiene una población con una mentalidad alejada de occidente gracias en parte a las políticas identitarias desde su independencia de facto. Para Tiráspol resulta imprescindible la presencia rusa entre las fuerzas de mantenimiento de la paz;
  • Rusia ve a Transnistria como una zona estratégica para contener la expansión de la UE y OTAN en detrimento del proyecto ruso de integrar la CEI. También es clave para Rusia garantizar la seguridad de sus inversiones y el cobro de la deuda de gas con Transnistria que debería ser asumido por Moldavia según Moscú, ya que no olvidemos que la posición oficial de Rusia es que la región sigue siendo parte de la soberanía de Moldavia y no reconoce oficialmente a Transnistria;
  • La mayor preocupación de la UE es la seguridad en sus fronteras. Transnistria debido a su opacidad es visto como un centro de crimen organizado y la presencia de tropas rusas amenaza la integridad de tanto Moldavia como otros países de la región.

Moldavia vive una crisis constitucional que implica a su propia identidad lo que puede tener unas consecuencias importantes en la región. Podemos observar que la sociedad es actualmente más partidaria de una unión con la UE que con la Unión Euroasiática. A pesar del observable acercamiento a occidente la opinión publica moldava no es partidaria de abandonar la neutralidad y pertenecer a la OTAN. Actualmente, gracias al acuerdo de asociación que inclinó aún más la balanza comercial moldava hacia la UE y la llegada a la presidencia de Maia Sandu, claramente europeísta, Moldavia está más cerca de la integración en la UE. La evolución económica y la renovación institucional del país será clave para este proceso, teniendo en cuenta que tanto la corrupción como la economía son las mayores preocupaciones (Center for insights in surveys research, 2019).

Fuente: Center for insights in survey research, 2019

El acercamiento de Moldavia a la UE complicará la integración de Transnistria en la República. Es posible que la tensión aumente en esta región debido a la importancia estratégica de este territorio para el Kremlin que no dudará en presionar política y económicamente para frustrar la expansión de la UE en su zona de influencia del espacio postsoviético. El conflicto en el este de Ucrania y la anexión de Crimea es un preludio de lo que puede ocurrir en esta región que podrá ser utilizada por Moscú estratégicamente para apoyar más movimientos secesionistas en zonas de población rusa como en el Sur de Ucrania (Odesa).

De lo contrario, si Moldavia frena su proceso de integración con la UE, es probable que se mantenga el conflicto congelado ya que ninguna de las partes tendría intereses en un cambio definitivo y radical. La única solución posible de integración moldava que se contempla en este contexto es un estatus especial para Transnistria de vetar cualquier intención de acercamiento a occidente garantizando así la neutralidad moldava y favoreciendo un acercamiento mayor a Rusia y su Unión Euroasiática.

BIBLIOGRAFÍA

Libro

Martín, R. G. (2015). Conflictos postsoviéticos: de la secesión de transnistria a la desmembración de Ucrania. Madrid: Dykinson.

Artículo de revista

Jiménez, J. Á. (2018). Transnistria: un conflicto prologado por la intervención de Rusia. GEURASIA.

Roper, J. C. (2018). Ethnic Mobilization and Reactive Nationalism: the case of Moldova. Cambridge university press.

Sitio web

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Wikipedia. (2006). Wikipedia. Obtenido de https://en.wikipedia.org/wiki/2006_Transnistrian_independence_referendum

Artículo de periódico

Albiac, A. (23 de Octubre de 2014). Transnistria, la última frontera soviética. El Orden Mundial.

Espadas, J. (30 de Enero de 2020). El legado soviético y la construcción del sentimiento nacional en Ucrania. El Orden Mundial.

Ovchinnikova, K. (10 de Marzo de 2021). La crisis consitucional en Moldavia también es una crisis de identidad. El Orden Mundial.

Schwirtz, M. (18 de Septiembre de 2006). Transnistria Votes on Independence. The New York Times.

Vidales, A. (21 de Febrero de 2014). Tensión en Ucrania. ¿Qué está pasando y por qué? El Orden Mundial.

Vila, P. (5 de Marzo de 2019). Moldavia: entre Rusia y la Unión Europea. El Orden Mundial. Informes, encuestas y think tanks

Policy, I. f. (2013). Competition of Geopolitical Interests in Post-Soviet Space: Future prospects for the Eastern Partnership Countries. Chisinau.

Center for insights in surveys research. (2019). Public Opinion Survey: Residents of Moldova. Grand Chamber, The European Court of Human Rights. (2012). CASE OF CATAN AND

OTHERS v. MOLDOVA AND RUSSIA. STRASBOURG .
The European Court of Human Rights (Fourth Section). (2012). CASE OF IVANŢOC AND

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Wolff, S. (2012). The Transnistria issue: Moving Beyond the Status-quo. Belgium: European Union.

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